Alan Turing: Una historia de nazis y matemáticas

Esta es la historia de un genio matemático llamado Alan Turing. Nació en 1912 y desde pequeño demostró gran habilidad para las matemáticas. Esta considerado el padre de la Computación moderna y la Inteligencia Artificial y construyó uno de los primeros ordenadores así conocidos. Turing fue también criptógrafo, es decir aquel que se dedica, mediante algoritmos matemáticos, a alterar y camuflar las representaciones linguisticas de un mensaje, vamos .. escribirlo de tal manera que solo quienes conozcan unas claves (cifra) son capaces de entender (desencriptar) el mensaje codificado. Es en su faceta como criptógrafo donde Turing vivió una de sus aventuras mas apasionantes y es ésta:

Durante la II guerra mundial los nazis disponian de una maquina criptográfica, llamada Enigma, que era usada por sus oficiales de comunicaciones de tal manera que todas las ordenes, mensajes y comunicaciones del ejercito alemán eran encriptados y solo el propio ejercito alemán era capaz de descifrar los aparentemente inconexos textos que se retransmitían por canales tan poco seguros como la radio o el telégrafo y que eran fácilmente interceptados.

Tenemos por tanto a estas alturas del relato varios factores, a saber:

• Un genio: Alan Turing

• Unos malos: Los nazis

• emisores y receptores: los oficiales nazis y en muchas ocasiones técnicos ingleses que ponían la oreja

• millones de mensajes: las órdenes e instrucciones que se enviaban emisores y receptores, encriptados con la máquina Enigma de tal manera que solo ellos lo entendían y dejaban a los ingleses (y al resto de aliados) a dos velas.

• Un canal: pues por donde se transmitían los mensajes, básicamente telégrafo y radio.

Como los ingleses y el resto de aliados andaban pez, eso redundaba en victorias estratégicas de los ejércitos nazis, así que los ingleses montaron un complejo científico-militar en Bletchley Park con un único objetivo: romper el cifrado de la maquina Enigma y conocer de una vez por todas las comunicaciones del ejército enemigo. En este complejo trabajaban matemáticos, filólogos, jugadores de ajedrez, fanáticos del bridge, de los crucigramas y mujeres, muchas mujeres.

El papel fundamental de aquellas mujeres era transcribir los mensajes inconexos que eran interceptados, letra por letra, sin cometer fallos para no dar mensajes falsos. Y lo hacían muy bien, su papel fue decisivo, tal era su profesionalidad que muchas de ellas eran capaces de distinguir e identificar a los operadores de telégrafo por la cadencia con la que transmitían los mensajes en código Morse. Esto ayudaba a trabajar sobre los mensajes encriptados puesto que estos operadores, por rutina o por despiste, solían repetir códigos, cifrado o utilizaban las mismas abreviaturas, encabezamientos, etc, lo que facilitaba el trabajo de desencriptación.

Turing a lomos de otros gigantes que antes trabajaron sobre esta máquina, principalmente matemáticos polacos a los que le iba el pellejo (literalmente) en el intento, con sus perspicaces observaciones matemáticas contribuyó decisivamente a romper los códigos de la máquina Enigma, diseño para ello una máquina electromagnética llamada bombe que era capaz de analizar gran cantidad de claves enigma. Gracias a esta máquina los aliados fueron capaces de leer las transmisiones de Enigma.

Despiece de una máquina Enigma

No obstante, descifrar una maquina de comunicaciones enemiga no es el sumun de la victoria. Tan pronto como empieces a utilizar tu conocimiento tu enemigo se dará cuenta de que aquello que era seguro ya no lo es y buscará nuevas herramientas para dejarte a oscuras nuevamente (si de información hablamos). Es necesario por tanto disimular, conseguir que el enemigo no conozca de tu ventaja y esa fue otra de las tareas de Turing; dentro del vasto sistema de información que se crea en medio de un conflicto mundial, con mensajes de aqui y allá, había que introducir ruido, es decir, información nueva que se incorpora al sistema para ocultar la información relevante. La labor realmente destacable de Turing, no fue solamente romper la máquina Enigma, sino hacer que los nazis no se dieran cuenta de ello y siguieran utilizándola en sus comunicaciones. Esencialmente, que emisores y receptores siguieran enviándose mensajes aparentemente encriptados por los mismos canales, aprovechando la información estratégica y creando «situaciones» que mantuvieran la confianza de los nazis en sus sistemas de comunicación.

Al final de la guerra Turing siguió trabajando en diversas universidades, contribuyendo a la creación de ordenadores, algorítmica y computación, inteligencia artificial etc.

Ah … se me olvidaba comentar que Turing era homosexual, eso a ojos de esta bien pensante e hipócrita sociedad fue un crimen imperdonable. A raíz de un incidente con su pareja sentimental Turing fue condenado, al igual que Oscar Wilde 50 años antes, a ingresar en prisión o ser castrado químicamente. Eligió las inyecciones de estrogenos, lo que le provocó importantes alteraciones físicas, impotencia y finalmente una depresión que lo llevó al suicidio consumiendo una manzana envenenada con cianuro en 1954.

Turing era ( y es) un héroe, una de las mentes mas brillantes que contribuyeron a la victoria sobre los nazis pero la sociedad de la época no lo sabía; no fue hasta 1970 cuando se desclasificaron los documentos secretos de la guerra, cuando el mundo (incluso sus amigos mas íntimos) supo del verdadero papel de Alan Mathinson Turing. Anualmente se otorga el Premio Turing, considerado el Nobel de la Computación y en otro acto de hipocresía el gobierno inglés pidió perdón por el trato dado a Turing en sus últimos años de vida.

La idea de este texto era acabar con una reflexión o moraleja, como si fuera una especie de fábula, pero me conformo con acercaros los aspectos fundamentales de una de las personas más inteligentes y transcendentales que ha dado la matemática y que cada cual saque sus propias conclusiones.

Salud, inteligencia y espíritu crítico.

Pd.- Si os apetece conocer en más profundidad la historia que hay detrás de Turing, os recomiendo la lectura del Criptonomicóm de Neal Stephenson. Matemáticas, historia, aventura y hackers informáticos en una apasionante novela.

Pd2.- Este post lo publico para conmemorar el Dia del Blog 2011.